Cambios de rasante sin visibilidad

¿Quien no ha temido alguna vez sobre que podria encontrar al otro lado de un cambio de rasante sin visibilidad? Esta es una duda que atormentará a los hombres el resto de sus dias pero aqui estamos este par de enfermos para esclarecer algunas dudas de este engendro de la naturaleza arquitectil.

El primer cambio de rasante fue creado por Will E. Coyote allá por el año 1876, con el único fin de que el camión de Acme llegará hasta la montaña donde él se encontraba. Lo que ocurrió ese dia exactamente no quedó claro, pero lo que si sabemos es que el Correcaminos subió por el cambio de rasante con tan mala suerte, que no vió el camión de Acme que habia parado en el semaforo frente a la casa del Coyote y se estampó contra él. Esto supuso la primera muerte de un Correcaminos a manos de un invento del Coyote y consecuentemente el primer asesinato del cambió de rasante... pero no el último.

Los cambios de rasante, cual enfermedad conejil, se extendieron por todo el mundo, pero al ser construidos por enfermos diarreicos que necesitaban hacer las cosas rápido, la mayoria de ellos se hicieron sin visibilidad alguna. Lo que supuso muchisimos accidentes en su construcción. Más de uno pensando que estaba acabado continuó su marcha por el cambio de rasante esperando encontrar tierra firme al otro lado, y la encontró, pero 10 metros hacía abajo en línea recta.

Es por tanto normal ese miedo aterrador a no saber que hay al otro lado, a pensar que va a ser demasiado tarde para frenar. No queda otro remedio que mirar atentamente al inocente conductor de delante para ver si de un momento a otro desaparece de la carretera como por arte de magia (o de un cambio de rasante cabrón) y cruzar los dedos. En caso de caida, quitense el cinturón rápidamente, pongan la cabeza entre las piernas y a continuación se besarán el culo por primera y última vez.